Elon Musk, el excéntrico CEO de Tesla y SpaceX, acaba de adquirir un 9.2% de las acciones de Twitter en una inversión bursátil de 2.89 billones de dólares americanos, lo que lo convierte de facto en el mayor accionista de esta red social.
Tal y como recoge la CNBC a través de un informe emitido por la Comisión de Valores de EEUU, Musk ahora es propietario de un total de 73.486.938 acciones de Twitter. Un movimiento que ocurre apenas dos semanas después de que el empresario sudafricano criticara a la compañía del pajarito azul, preguntando a los usuarios de la plataforma si piensan que en Twitter hay libertad de expresión.
“Dado que Twitter funciona de facto como la plaza pública del pueblo, no adherirse a los principios de la libertad de expresión socava fundamentalmente la democracia. ¿Qué deberíamos hacer al respecto?”
A finales de marzo Elon Musk también expresó que estaba considerando construir su propia red social. Algo que no es nuevo, y que ya intentó hacer Donald Trump cuando fue expulsado de Twitter en 2021 (por cierto, esa red social ya existe y se llama Truth Social, bastante exitosa en EEUU).
Aunque el caso de ambos magnates es completamente diferente, parece que Musk finalmente dejará apartada la idea de la creación de esa plataforma social para centrarse en mejorar Twitter. De hecho, una vez conocida la noticia de la compra de acciones de Musk, Twitter ha despegado creciendo un 27% en bolsa. Y es que todo lo que toca Musk se convierte en oro, al menos por un tiempo (y si no que se lo pregunten a Dogecoin).
Según indican los analistas, a partir de ahora Musk podría llegar a mostrar una postura más agresiva en Twitter, lo cual podría conducir eventualmente a algún tipo de compra de la plataforma. Algo que tendría bastante sentido vista la disconformidad expresada por Elon Musk en las últimas semanas.
Elon Musk quiere dirigir el criterio de los demás, se cree por encima de todos. Si alguien expresa una opinión hiriente sobre el o lo que hace, seguro que querrá imponerse y borrar ese criterio.