Cuando las grandes compañías anuncian un nuevo producto normalmente se suelen generar grandes expectativas, especialmente si se trata una tecnología llamada a revolucionar el mundo digital. Sin embargo, el éxito no siempre llega igual para todo el mundo: a veces el producto es mas malo que robar a una anciana, otras veces no han sabido “vendernos” sus ventajas y en alguna ocasión simplemente se trata de un cúmulo de malas decisiones y mucha mala suerte.
Los productos tecnológicos que vamos a repasar a continuación entran dentro de este selecto grupo de aquellos que lo intentaron pero sucumbieron irremediablemente. Ahora descansan en paz en el cementerio digital de nuestras memorias. Quién sabe, quizá vuelvan algún día…
Samsung Galaxy Note 7
El Galaxy Note 7 de Samsung era uno de los smartphones más esperados de 2016. Lo que nadie se esperaba de verdad, era que el terminal comenzara a arder en llamas de manera literal. Debido a un problema con la batería, la compañía tuvo que detener la fabricación del dispositivo y solicitar su devolución a todos aquellos que lo hubiesen adquirido.
Google Glass
Las gafas de realidad aumentada de Google son la personificación perfecta de lo que es un producto adelantado a su tiempo. Si en 2019 todavía no estamos preparados para un producto así, imaginaros en 2014. Aunque nadie duda de que la realidad aumentada es una tecnología de futuro que acabará asentándose, las Google Glass eran tirando a feas y engorrosas, y no terminaron de calar entre el público (la gente lo veía como una “frikada” cara e inútil).
Por cierto, parece que Google prepara una nueva generación de gafas Google Glass con Android, ¿tendrán más suerte esta vez?
HTC First (Facebook Phone)
Este es un dato que no muchos conocen, pero Facebook también intentó llevarse su trozo del pastel en esto de la telefonía móvil. Junto a HTC, desarrolló un teléfono cuya gran característica era su interfaz denominada “Facebook Home”. ¿Alguien la recuerda? De los productos mas obscuros de la última décda sin duda…
Windows Phone
Microsoft llevaba cierta ventaja respecto a Google y Apple cuando arrancó la fiebre de los smartphones, gracias a la predominancia de Windows en dispositivos como las PDA. Sin embargo, Android y iOS tuvieron un ascenso fulgurante, dejando al sistema operativo de Microsoft para móviles casi en el olvido y sin muchas de las apps que entonces estaban arrasando. Esto hizo que de rebote, los smartphones de Windows Phone también acabasen desapareciendo.
Google+
Aunque Google+ era una red social con una interfaz bastante más amable que la de Facebook nunca llegó a calar entre el público generalista. Había comunidades muy buenas, con mucho contenido de calidad, pero entre que el 90% de las sesiones iniciadas en Google+ tenían una duración de menos de 5 segundos y que la plataforma había sufrido varias brechas de seguridad, Google acabó dando carpetazo al asunto. Hoy en día Google+ todavía subsiste, pero como un producto orientado a empresas.
Fire Phone
Amazon también tuvo su oportunidad para poner un pie en el mundo de la telefonía móvil, pero parece que no se lo tomo muy en serio. El Fire Phone era un smartphone con una pantalla de muy mala calidad, un sistema operativo que era una copia de Android con muy pocas apps compatibles y una batería de lo más olvidable. La cosa es que el dispositivo no ofrecía ninguna ventaja, más allá de facilitar la compra de productos de Amazon desde el propio teléfono.
Wii U
Aunque resulta un poco arriesgado decir que la Wii U fue un fracaso, lo cierto es que tuvo unas ventas muy pobres, siendo ampliamente superada por PS4 y Xbox One. Su potencia gráfica era relativamente menor, el mando no terminó de gustar a todo el mundo y su confuso nombre hizo que mucha gente de fuera de la escena del gaming pensara que era prácticamente lo mismo que la Wii, y no una consola completamente nueva.
En cualquier caso, si bien su catálogo de juegos es escaso, cuenta con muchísimos títulos de gran calidad que ahora están siendo publicados en Nintendo Switch. Por algo será.
Ouya
Aunque la Wii U fue un fracaso “moderado”, lo de Ouya fue un golpetazo que se oyó hasta en el mismísimo Namek. Una consola que tuvo un recibimiento muy caluroso en Kickstarter, basada en Android y que únicamente constaría 99$. Hacer consolas no es fácil, y después de muchos problemas de todo tipo, Ouya acabó cayendo en el olvido, siendo uno de los fails más sonados en la industria de los videojuegos.
Project Ara
Antes de que el futuro de los smartphones estuviera en los dispositivos de pantalla plegable, muchos fueron los que pensaron que los próximos años estarían dominados por los teléfonos modulares. El Proyecto Ara fue un concepto de Google que nos permitía actualizar nuestro teléfono a nivel modular, es decir, componente por componente como si fuera una construcción de Lego.
Aunque ya nadie recuerda el proyecto Ara, los teléfonos modulares siguieron existiendo gracias a los Moto Z de Motorola, que esos sí, tuvieron cierta aceptación por parte del público.
Vine
Vine fue una red social que impactó sobremanera en la forma que tenemos de entender Internet hoy en día. Sus videos de 6 segundos son el motivo por el que existen plataformas como Tik Tok o los videos de Instagram. Solo estuvo activa entre 2013 y 2016, pero marcó toda una época.