Llevamos meses en esta web hablando de todas las cosas que puedes hacer con ChatGPT, y la verdad es que resulta fascinante hasta dónde puedes llegar con la Inteligencia Artificial de OpenAI. Sin embargo, en las últimas semanas Google se ha puesto las pilas y ha abierto las puertas de su chatbot Bard al público.
A día de hoy Google Bard todavía se encuentra en fase experimental, aunque ya se puede probar en más de 180 países, incluyendo Latinoamérica y Estados Unidos (si quieres usarlo en España tendrás que usar este pequeño truco). Eso sí, todavía tiene algunas limitaciones importantes, como la barrera idiomática: por ahora solo entiende el inglés, el japonés y el coreano.
10 cosas que puedes hacer con Google Bard, pero no con ChatGPT
Si dominas el inglés y quieres empezar a “salsear” con Bard, aquí tienes una breve guía de todas las cosas que le puedes pedir a la Inteligencia Artificial de Google. Puede que Bard haya entrado un poco tarde al terreno de juego, pero por suerte para Google, hay algunas funciones en las que ya le ha tomado la delantera a ChatGPT.
1- Bard tiene acceso a Internet
Esta es probablemente la mayor diferencia (y ventaja) de Bard respecto a ChatGPT. La posibilidad de obtener respuestas actualizadas gracias a su conexión a Internet, nos permite preguntarle por información del día a día, como el tiempo que hace en California, o el precio de las acciones de Netflix. Preguntas de este tipo en ChatGPT son simplemente impensables actualmente.
2- Consultas más rápidas
Otro de los puntos clave en la batalla entre ChatGPT y Bard, es la velocidad a la hora de generar las respuestas. ChatGPT lo que hace es mostrar el texto en pantalla según lo va generando, palabra a palabra. Al final, para cuando termina de escribir la respuesta completa pueden haber pasado entre 30 segundos y un minuto tranquilamente.
Bard funciona de manera diferente. Primero se queda pensando un par de segundos, sin mostrar nada en pantalla, y después muestra toda la respuesta de golpe. En total no suele tardar más de 4 o 5 segundos para la mayoría de solicitudes comunes.
3- Respuestas con imágenes
Para determinadas cuestiones las respuestas de texto no son suficientes. En este sentido Bard le saca ventaja a ChatGPT, ya que puede mostrar imágenes en sus respuestas. Así, podemos preguntarle cosas como “¿Cuáles son los cuadros más representativos de Sorolla?” o “Enséñame sitios para visitar en Nueva Orleans”.
Esta función todavía no está operativa, aunque según explicó Google hace unos días, estará disponible próximamente.
4- Preguntas con imágenes
Gracias a la integración de Bard con Google Lens, esto permitirá a la IA recibir “prompts” o instrucciones que incluyan imágenes. Por ejemplo, podemos pasarle una foto de un gato, un perro o cualquier otro animal y pedirle que identifique de qué raza se trata.
Esto es solo un ejemplo de lo que podemos hacer con las imágenes, pero la creatividad y posibilidades que aporta esta función es enorme. ChatGPT también puede recibir imágenes, pero solo en la versión GPT-4, que al menos por ahora es de pago. Google Bard lo hace gratis.
Nota: Al igual que las respuestas con imágenes, las preguntas con imágenes estarán disponibles próximamente en Bard.
5- Exportar y compartir información
Si te gusta alguna de las respuestas facilitadas por Google Bard, puedes copiarla en el portapapeles (pulsando sobre el icono de 3 puntos y seleccionando “Copy”). Pero la cosa no queda ahí, ya que si pulsas sobre el botón de exportar que verás al final de cada respuesta puedes crear un documento de Google Docs con la respuesta o compartirla a través de Gmail.
ChatGPT en este sentido es bastante más limitado, ya que solo cuenta con un botón para copiar las respuestas en el portapapeles.
6- Ampliar las respuestas
Bard, al igual que ChatGPT, es una tecnología que todavía es experimental, y eso hace que sufra “alucinaciones”, o lo que es lo mismo, que aporte datos falsos o incorrectos como si fueran verídicos.
Por este motivo, viene genial que al final de cada respuesta de Bard encontremos un botón que dice “Google it”. Si pulsamos sobre él nos aparecerá un listado de posibles búsquedas relacionadas en el buscador de Google. Esto nos vendrá de maravilla para verificar los datos, pero también para ampliar la información cuando necesitemos una respuesta más extensa o elaborada.
7- Resúmenes de artículos y páginas web
Gracias a la conexión permanente a Internet de Bard podemos pedirle que nos resuma la información de cualquier artículo, blog o página web. Para ello tan solo tenemos que adjuntar el enlace y pedirle que lo resuma en pocas palabras.
En nuestro caso le hemos pedido que haga un resumen de la review de unos auriculares, y aunque ha acertado en muchos de los puntos clave, ha cometido algún fallo en detalles como el precio o alguna característica técnica. Está claro que el tema de las “alucinaciones” es algo a mejorar, pero como resumen general para hacernos una idea de cualquier articulo largo o aburrido viene genial.
8- Varios borradores disponibles
Esta es una de las diferencias clave de Bard respecto a ChatGPT. La Inteligencia Artificial de Google no solo es más rápido respondiendo a las preguntas del usuario, sino que además, por cada “prompt” o pregunta siempre se nos mostrarán 3 borradores diferentes.
Cada uno de estos borradores realiza un acercamiento diferente a la cuestión o solicitud realizada por el usuario, por lo que si no te gusta la primera respuesta siempre puedes elegir y quedarte con el mejor borrador.
Cuando trabajamos con ChatGPT, si no nos gusta la respuesta facilitada tendremos que pedirle que genere una nueva. Teniendo en cuenta que su velocidad de escritura no es tan rápida como la de Bard, esto hace que el proceso se alargue bastante más en el tiempo.
9- Prompts mediante comandos de voz
Bard también está disponible en dispositivos móviles. Si accedes al chatbot de Google de esta manera verás que en la cajetilla de texto para introducir tus preguntas también hay un icono de micrófono. Si pulsas sobre él podrás dictarle tus consultas sin necesidad de escribir.
Está claro que para determinado tipo de preguntas es necesario redactar el texto a mano, pero si solo queremos hacerle un pregunta casual o sencilla, podemos hacerlo sin necesidad de tocar el teclado del teléfono.
10- Tutor de programación personalizado
Otra de las cosas que Bard hace bastante bien es explicarte cómo funciona un determinado programa o trozo de código. De la misma forma que le podemos pedir que nos resuma una página web, podemos pasarle un enlace a una página de GitHub y pedirle que nos explique cómo funciona un determinado proyecto.
Esto puede ser muy útil si estamos aprendiendo a programar, o si queremos desarrollar/modificar/mejorar una aplicación y necesitamos un guía o tutor que nos muestre su funcionamiento con palabras sencillas.
Conclusión
Además de todas estas ventajas que acabamos de mencionar, Bard también cuenta con plugins, al igual que ChatGPT. Esto nos permite conectar a Bard con Spotify para escuchar música, pedir comida desde Uber Eats, o generar imágenes con Adobe Firefly.
Algunas de estas funciones extra, como Adobe Firefly, se integrarán directamente en Bard, mientras que otras herramientas habrá que instalarlas desde la sección de plugins del chatbot de Google. En estos momentos parece que los plugins todavía no están habilitados para todo el mundo, por lo que no los hemos podido probar, aunque todo apunta a que será otro de los puntos fuertes de la Inteligencia Artificial de Google.
Y tú que dices, ¿ya has probado Bard? ¿Crees que es mejor que ChatGPT o piensas que todavía no le llega a la suela de los talones?