Estamos en plena Ć©poca estival, y como suele ocurrir todos los veranos las noticias escasear bastante. Esto hace que cualquier suceso mĆnimamente relevante se amplifique mucho mĆ”s de lo normal.
Y eso es precisamente lo que ha ocurrido esta semana con el youtuber Borja Escalona, un ācreador de contenidoā (por llamarlo de alguna manera) que ha saltado a primera plana por un video en el que intenta irse sin pagar de un establecimiento de Galicia, aludiendo a una supuesto promoción no solicitada y amenazando al local con inundarlo de reseƱas falsas en Google por parte de sus seguidores.
Al final su video se ha hecho viral, y tanto YouTube como otras plataformas han eliminado su cuenta y contenido de las redes sociales. El local de las empanadillas, sin embargo, en lugar de recibir las malas crĆticas que pedĆa el youtuber, se ha visto premiado con centenares de reseƱas positivas como gesto de solidaridad por el trato recibido durante el incidente.
Google ya indica claramente que las reseƱas no se verifican, aunque tambiĆ©n aclara que cuando comprueba que hay contenido falso lo identifica y lo elimina. Ahora mismo parece que muchas de esas reseƱas positivas ‘solidarias’ han sido borradas, predominando las opiniones negativas vertidas en esta Ćŗltima semana (si bien la valoración general del negocio sigue siendo muy alta debido a todas las reseƱas acumuladas en el pasado).
Toda esta desvirtualización de los datos es lo que se conoce como review bombing, algo que se viene haciendo en el mundo de los videojuegos desde hace años y de forma masiva para expresar el descontento o apoyo hacia un determinado producto (y si no, que se lo pregunten al portal de reseñas de Metacritic).
El problema de las reseñas falsas de Google (y cómo solucionarlo)
Seguramente llegarÔ un momento en el que Google tendrÔ que decidir qué quiere hacer con su sección de reseñas. No puede ser que un influencer (o cualquier negocio de la competencia, por poner otro de los ejemplos mÔs evidentes) tenga el poder de hundir un negocio y destruir su reputación online a golpe de opiniones falsas.
Esto no es bueno para los pequeƱos negocios que ven en internet una ventana de oportunidades para dar a conocer su producto, pero tampoco es nada positivo para Google, que deja en evidencia a su servicio de reseƱas, pasando a tener una fiabilidad mƔs que cuestionable.
Todo el mundo tiene mĆ”s o menos claro que actualmente la sección de opiniones en Google es una autĆ©ntica jungla donde cualquiera puede dejar una valoración sobre un lugar, un negocio o un establecimiento a su libre albedrĆo.
Para solucionarlo, o al menos mitigar el efecto de este tipo de conductas, serĆa recomendable aƱadir algĆŗn tipo de filtro o barrera inicial para comprobar que las opiniones estĆ”n mĆnimamente verificadas:
- Solicitar el ticket de compra o código QR del establecimiento para poder dejar una valoración.
- Comprobar la ubicación mediante dirección IP o localización GPS para verificar que el usuario realmente ha estado en el establecimiento.
De esta manera las reseƱas tendrĆan cierto rigor, pudiendo dejar su correspondiente valoración tanto aquellos que han pagado por el servicio como aquellos que le han acompaƱado y tambiĆ©n han disfrutado del servicio.
EstĆ” claro que siempre va a haber listillos que encuentren una manera de boicotear el sistema de reseƱas de Google, pero al menos tendrĆa una mayor fiabilidad.
Por supuesto, esto tambiĆ©n deberĆa venir acompaƱado de un mayor interĆ©s por parte del lector, para mirar mĆ”s allĆ” de la valoración global y las estrellitas que aparecen en primera lĆnea y leer unos cuantos comentarios para descartar opiniones sesgadas que puedan estar afectando al cómputo global de las reseƱas.
No es una tarea fĆ”cil, pero en un mundo en el que cada vez nos guiamos mĆ”s por las opiniones que dejan otras personas en internet, los servicios de reseƱas deberĆan asumir un mayor compromiso y afrontar una pequeƱa revolución de fondo y forma.
Es muy difĆcil de controlar, pero incluso en sitios que pueden verificar como Booking, yo no pude dejar una mala reseƱa porque el dueƱo del hotel dijo que jamĆ”s me presentĆ©. DespuĆ©s de 3 dĆas de un inconveniente tras otro, mi Ćŗnica salida fue una reseƱa en Google.