¿Soy solo yo, o desde hace ya unos meses las plataformas de streaming están de capa caída, con poco contenido y estrenos mediocres? Desde que abandoné Netflix a principios de año he estado vagando por otros servicios como Disney+ y HBO Max, y desde hace unos meses me “alimento” únicamente de SkyShowTime y las cosas que pillo por sorpresa en Prime Video. Y bueno, más o menos me apaño, la verdad.
SkyShowTime tiene algunas de las mejores películas de Hollywood de los últimos 30 años gracias al catálogo de Paramount, pero lo cierto es que tampoco está para echar cohetes: apenas hay estrenos, y a las pocas series que tienen también les han empezado a meter la tijera retirándolas de la plataforma sin previo aviso (adios Parks & Recreation, menos mal que todavía les queda The Office).
Muchos usuarios españoles siguen con SkyShowTime solo por los 3 euros mensuales que cuesta, ya que la plataforma parece estar más vacía que cuando se estrenó hace ya casi medio año. Otras plataformas como Prime Video siguen estrenando contenido a buen ritmo y presentando cosas nuevas, pero están resultando ser un verdadero fiasco. ¿Conoces Citadel? Si, yo también la vi de refilón más de una vez mientras navegaba por Prime Video, pero ¿sabías que Citadel es la segunda serie más cara de la historia? Cualquiera lo diría visto el poco interés que ha despertado en la gente.
Disney+ debería estar frotándose las manos con semejante panorama, y tampoco es que le vaya mejor a nivel creativo. Invasión Secreta, la última serie de Marvel para la plataforma protagonizada por Samuel L. Jackson solo hace que valoremos aun más los cómics originales que han tomado como base (y que no tienen prácticamente nada que ver a nivel argumental).
¿Y qué podemos decir que HBO Max? El contenido sigue siendo de lo mejor que hay disponible en streaming con éxitos incontestables como La Casa del Dragón y el apoteósico final de Succession, pero Warner lleva tiempo con pérdidas millonarias y la fusión con Discovery todavía genera mucha incertidumbre. De entrada, le han cambiado el nombre a su app de streaming, que ahora pasa a llamarse “Max” a secas. Pero es que el recorte no solo viene en el nombre, sino en todas las producciones que van a ceder a otras plataformas, o que se van a eliminar directamente en los próximos meses para recuperar algo de cash.
La crisis del streaming: 10 veces menos de ingresos en 10 años
Está claro que el streaming no pasa por su mejor momento creativo, pero las cifras económicas son mucho más llamativas y alarmantes. Según Bloomberg, en la última década las grandes compañías de streaming han disminuido sus beneficios en un 90%.
Para que nos hagamos una idea: si en 2013, las ganancias eran de 23.400 millones de dólares, en 2023 el beneficio combinado de todas las grandes plataformas apenas llega a los 2.600 millones de dólares.
El mercado del streaming ha cambiado muchísimo en estos 10 años, y si en 2013 Netflix se llevaba la mayor parte del pastel dejando entrever un jugoso negocio, eso ha provocado que el resto de compañías desarrollen sus propios servicios, llevándose sus series y películas a sus correspondientes plataformas como era de esperar.
Esta fragmentación del contenido ha creado una saturación para el consumidor, que se ve obligado a contratar varias plataformas “para estar al día”. Por supuesto esto ha derivado en un hastío que no hace sino aumentar los problemas ya existentes y reducir los beneficios. Y ojo, porque algunos ya están prediciendo la vuelta de la tan olvidada piratería…
Si el streaming de Netflix triunfó hace 10 años fue porque permitía tener casi todas las series y películas en un solo lugar a diferencia de la TV por cable, y además resultaba mucho más cómodo que andar bajándose películas de sitios turbios de internet.
¿Entonces qué hacemos ahora?
Solo tenemos que fijarnos en las medidas que están adoptando plataformas como Netflix en los últimos meses para capear el temporal: subidas de precios cada vez más generalizadas, la introducción de suscripciones con anuncios (igual que la TV convencional, pero pagando) y la desaparición de prácticas que antes promovían con orgullo, como la posibilidad de compartir contraseña.
El resto de servicios de streaming como Max y Disney Plus también han incrementado sus precios, pero si las cosas siguen así no parece que con eso vayan a solucionar el problema de fondo.
Una solución podría ser eliminar la exclusividad del contenido, y que las series se puedan ver en varias plataformas al mismo tiempo. Esto ayudaría a que las plataformas tuvieran un contenido con mayor valor, y además podrían monetizar más fácilmente las producciones de creación propia. ¿Alguna vez te has preguntado por qué en Spotify está toda la música popular, pero cuando se trata de cine y series tienes que bucear entre media docena de apps?
Otra solución sería unificar todas las plataformas de streaming en una única plataforma que se encargara de gestionar todo el contenido y repartir las ganancias (vamos, más o menos lo mismo que hacen las apps de música en streaming). De esta forma las grandes compañías reducirían muchísimo el gasto, pero su identidad e imagen de marca quedaría más diluida.
En cualquier caso, no parece que haya una solución fácil a la crisis del streaming, y todo pinta a que la cosa no va a mejorar demasiado en los próximos meses. ¿Vosotros qué opináis?
Imagen de portada: Citadel (Prime Video)