ChatGPT ha puesto los pelos de punta a Google, que desde hace unas semanas ha entrado en “código rojo” para hacer frente al cambio de paradigma que podría significar el éxito de la inteligencia artificial desarrollada por OpenAI.
Si ChatGPT sigue evolucionando y mejorando en sus respuestas, podría significar el fin del buscador de Google, la principal fuente de ingresos de la compañía. Los cimientos de Google se tambalean, y para evitar que se materialice el desastre han decidido pisar el acelerador.
Según reporta la CNBC, Google ya tendría varios proyectos de IA bastante avanzados. El más interesante por el momento sería Apprentice Bard, un chat conversacional muy similar a ChatGPT.
Además, Google también tendría a su división de servicios en la nube trabajando en el proyecto Atlas, otro chat parecido a ChatGPT. Por último, el medio también menciona un nuevo diseño para el buscador que emplearía un formato de tipo “preguntas y respuestas”.
Apprentice Bard es la IA más avanzada de Google y está basada en el “polémico” modelo LaMDA
La intención de Google es lanzar alguno de estos productos antes de que acabe el año, y por ahora el que parece estar más avanzado es Apprentice Bard. Esta IA está basada en la tecnología LaMDA y es muy similar a ChatGPT, aunque con una gran diferencia: las respuestas de Apprentice Bard pueden incluir eventos recientes.
Este es un detalle importantísimo, ya que ChatGPT a día de hoy solo tiene información previa a 2021, lo que significa que no puede ofrecer información actualizada, y por lo tanto muchas de sus respuestas son inexactas.
Durante las pruebas de testeo de Apprentice Bard, uno de los ingenieros preguntó a la IA si habría más despidos en Google a lo largo de 2023. “Según mi consulta a la base de datos, es poco probable que Google realice otra ronda de despidos en 2023”.
Pero la cosa no queda ahí, ya que la IA justifica su respuesta: “Los despidos generalmente se llevan a cabo para reducir los costos y la estructura, pero a la empresa le está yendo bien financieramente. De hecho, los ingresos de Google aumentaron un 34 % en 2021 y el precio de las acciones de la empresa aumentó un 70 % desde enero de 2022.”
Sin duda, este es un tipo de respuesta mucho más avanzada que la que nos ofrecería ChatGPT. Ahora bien, hay que recordar que la tecnología LaMDA que utiliza la IA de Google ya levantó ríos de tinta electrónica debido a su posible naturaleza sentiente.
El año pasado, el ingeniero de Google Blake Lemoine, afirmó que la inteligencia artificial de LaMDA tenía sentimientos. Durante una conversación entre el ingeniero y la IA, la máquina aseguró que era consciente de su existencia, y que incluso “sentía un miedo profundo a que la apagasen”. Google, sin embargo, concluyó que la IA no es realmente sensible y que no hay ninguna evidencia que lo confirme.
Lo que sí han hecho en Google ha sido comparar las capacidades de LaMDA con las de ChatGPT. Los de Mountain View realizaron una entrevista a la IA de OpenAI y sorprendentemente comprobaron que ChatGPT podría ser contratada como ingeniero de programación de nivel 3.
De todas maneras, Google ya ha aclarado que no la contrataría, ya que la inteligencia artificial no puede reemplazar la creatividad y el arte necesarios para desarrollar un buen programa.