5 objetos que tienes en casa y empeoran la señal Wi-Fi

Hay una pequeña guerra de la que nadie habla. Una batalla silenciosa que todos libramos en algún momento de nuestras vidas. Una pelea más larga que la vida que se prolonga por lo siglos de los siglos entre las cuatro paredes de cada casa, de cada hogar, sin llamar demasiado la atención. “Una injusticia con patas” dirán algunos. Hablamos de la eterna batalla con la señal Wi-Fi del router.

A veces funciona bien, otras veces la velocidad es paupérrima y en ocasiones la señal se entrecorta como si estuviéramos recibiendo un mensaje en código morse. En ocasiones todo parece estar de nuestro lado: tenemos un buen router, hemos contratado una conexión de varios cientos de megas y ni aún así conseguimos ver un triste video de YouTube en la smart TV del salón.

5 objetos cotidianos que crean interferencias y perjudican la difusión de la señal Wi-Fi en casa

El Wi-Fi es un tipo de señal electromagnética que emplean los routers para enviar y recibir datos, y sirve tanto para estar conectados a una red local como para acceder a Internet. Por este motivo, al igual que el resto de señales electromagnéticas conocidas, el Wi-Fi resulta vulnerable a varios tipos de barreras u obstáculos, lo que puede dificultar la correcta difusión de la señal.

Por desgracia, muchos de estos objetos están presentes en la mayoría de hogares convencionales, lo que sin duda puede suponer un problema si tenemos dispositivos con una gran dependencia online que necesitan estar siempre conectados.

Espejos

Puede parecer una broma, pero lo cierto es que los espejos son una de las principales fuentes de interferencias electromagnéticas. El respaldo de metal que tienen los espejos en la parte trasera refleja la luz muy bien, pero también refleja la señal wifi.

La buena noticia es que el reflejo no empobrece la calidad de la señal. La mala noticia es que la señal reflejada crea interferencias con la señal que emite el router, y por lo tanto reduce la intensidad general del wifi.

Este efecto negativo aumenta dependiendo del tamaño del espejo, y disminuye cuanta más distancia haya entre el router y el espejo. Si la señal wifi tiene que pasar a través de varios espejos esto puede ocasionar puntos muertos donde la conexión es prácticamente nula.

Paredes de hormigón armado

El cemento es un material muy denso, y solo ofrece cierta permeabilidad a las señales electromagnéticas. Las conexiones Wi-Fi que se realizan en la señal de 2.4GHz son capaces de superar con mayor o menor dificultad este tipo de paredes, aunque con las señales de 5GHz esto resulta mucho más complicado.

Si además la pared de cemento cuenta con un refuerzo de acero debemos tener en cuenta que la señal se verá todavía más perjudicada. Suele ser recomendable en hogares con paredes de hormigón armado el uso de repetidores wifi para hacer llegar la señal a todos los rincones de la casa.

Electrodomésticos y otros aparatos electrónicos

Aunque cada vez intentan ser más elegantes y modernos, lo cierto es que los routers no son dispositivos muy bonitos ni lucen especialmente bien. Por eso mucha gente siente la tentación de esconderlo detrás de la TV, entre los altavoces o detrás del PC en una esquina del escritorio pegado al monitor. Mala idea.

Colocar el router junto a uno o varios dispositivos electrónicos crea interferencias y afecta negativamente a la señal inalámbrica. Y lo peor de todo es que si generamos un impacto negativo en la fuente que emite la señal (en este caso el router) la calidad general del Wi-Fi se verá mucho más mermada.

Ventanas con eficiencia energética

Actualmente existen ventanas que incluyen una fina capa metálica transparente orientada reducir el consumo de energía en el hogar. Este tipo de ventanas de baja emisión o “baja emisividad”, también conocidos como low-e, impiden que el calor se escape a la calle, pero también generan un efecto muy similar al de un espejo.

Es decir, en la práctica y en relación al empeoramiento de la señal Wi-Fi, es como si tuviéramos las ventanas forradas de espejos. Y eso no es nada bueno si queremos estar conectados en cualquier habitación con todas las “rayitas de conexión” al máximo.

Persianas metálicas

Parece que no terminamos nunca con las ventanas. ¿Alguna vez te has preguntado por qué la señal es tan pobre cuando sales al balcón, pero luego das dos pasos atrás y la señal vuelve a ser excelente? El motivo no es solo que estés más o menos lejos del router. Si tienes persianas metálicas esto puede estar afectado de forma muy negativa a la señal del Wi-Fi, impidiendo su paso a otras zonas de la casa como el balcón o la terraza.

Soluciones

Llegados a este punto puedes ponerte a arrancar todos los espejos, ventanas y persianas de tu casa, y crear un pequeño altar para el router en el centro del salón alejado varios metros de cualquier otro dispositivo. Sin embargo, a veces no hace falta ser tan radical y con un buen repetidor wifi colocado en un lugar estratégico puede ser más que suficiente.

Yo personalmente utilizo el repetidor TP-Link N300, y lo cierto es que por el precio que tiene (menos de 20 euros) me lleva dando muy buenos resultados en los 3 años que llevo usándolo. También podemos optar por comprar un Wi-Fi Mesh o red de malla wifi para mejorar la cobertura general, aunque en este caso hablamos de sistemas más eficientes pero también bastante más caros (entre 100 y 200 euros dependiendo de marca/modelo).

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