Probablemente ya hayas oído hablar del NFC y si dispones de un smartphone de gama media, lo más seguro es que tengas disponible esta tecnología al alcance de tu mano. El NFC (Near Field Communication, o lo que es lo mismo, Comunicación de Campo Cercano) es una tecnología de comunicación inalámbrica de proximidad, la cual nos permite compartir información con otros dispositivos que también estén equipados con ello.
A diferencia del Wi-Fi o el Bluetooth, esta tecnología de proximidad sólo puede utilizarse acercando los dispositivos a una distancia de 10 centímetros cómo máximo y nos ofrece un menor consumo de batería.
No sólo los smartphones disponen del NFC, a día de hoy cada vez son más las tablets, auriculares, altavoces, drones, gadgets e incluso videoconsolas como la Nintendo Switch y 3DS que incorporan está tecnología. ¡Está en todas partes!
¿En qué consiste la tecnología NFC?
El NFC es simplemente la evolución del sistema RFID (Radio Frequency Identification, o la Identificación por Radiofrecuencia), una tecnología que lleva muchos años entre nosotros. El uso más común para el ciudadano de a pie sería la típica tarjeta “magnética” para la apertura de la habitación en un hotel u oficina, o en los telepeajes de las autopistas.
Esta evolución en materia de comunicación sin contacto reside en un mayor ancho de banda que permite una gran cantidad de transmisión de datos en un tiempo menor. Sin embargo, en el caso del NFC la distancia entre los dispositivos siempre tendrá que ser menor de 10 centímetros, o incluso tal y como ocurre con la mayoría de smartphones, habrá que contactar físicamente los dos dispositivos. El contacto físico entre los dispositivos es una medida de seguridad para impedir la transferencia de datos confidenciales por accidente.
Otro punto a favor de esta tecnología es que todos los aparatos que incorporan el NFC pueden cumplir tanto la función de lector como la de identificador. Es decir, que funcionan en ambas direcciones. Esta capacidad bidireccional permite utilizar estos dispositivos para todo tipo de aplicaciones diferentes.
¿Para qué sirve el NFC?
A continuación, repasamos algunas utilidades de la tecnología NFC. Quedaros hasta el final del post, porque más allá de pagar con tu smartphone, algunas de sus funciones ciertamente no tienen desperdicio. ¡Vamos allá!
Pago con el teléfono móvil
¿Cuantas veces se te ha olvidado coger la cartera al salir de casa? Ya no tendrás que preocuparte por ello si llevas tu smartphone siempre contigo, realizar un pago con él es seguro, práctico y rápido. Es sin duda alguna la estrella de los usos del NFC, y esta tecnología está camino de ser el método de pago del futuro.
Los pagos con los móviles se están convirtiendo en un método de transacción muy popular. Google Pay o cualquier plataforma de pagos móviles, utilizan el NFC de tu smartphone para realizar pagos. Una vez configurado, solamente es necesario acercar tu móvil al lector de tarjetas de la tienda y confirmar el pago. No hace falta abrir la app de Google Pay, Samsung Pay o la plataforma de pagos móviles que utilices, basta con acercar tu teléfono con el NFC activado.
Intercambio de datos
Cuando dos dispositivos con NFC entran en contacto, aparece un mensaje que pregunta si deseas «transmitir» contenido como videos, fotos, información de contactos, etc. al otro dispositivo.
Sincronización de dispositivos
Cada vez son más los fabricantes que aplican esta tecnología para sincronizar sus diferentes dispositivos. Por ejemplo, acercando tu móvil a unos altavoces o auriculares, estos se podrán sincronizar automáticamente. Sin el engorro de tener que emparejar los dos dispositivos mediante Bluetooth. Esto es algo bastante interesante ya que el NFC consume mucha menos batería que el Bluetooth.
Automatización de acciones
Mediante tarjetas NFC o «NFC Tags» (son como unas pequeñas pegatinas, se venden en Amazon por menos de 10 euros) que podemos colocar en diferentes sitios, al acercar nuestro smartphone sobre ellos se pueden realizar configuraciones automáticas en nuestro móvil.
Por ejemplo, pueden ser útiles si colocamos una pegatina junto a la cama o mesilla de noche, para que a la hora de acostarnos, simplemente acercando nuestro smartphone se configure en modo no molestar o se desactive la transferencia de datos. Otra opción sería en el coche, para activar el Bluetooth simplemente colocando el móvil sobre el soporte del salpicadero.
Por otro lado, cada vez son más las aplicaciones de hogares inteligentes o Smart Homes que son compatibles con el NFC. Mediante la configuración de estas tarjetas NFC, es posible controlar diferentes dispositivos de nuestro hogar: subida/bajada de las persianas, temperatura de la calefacción, alumbrado, etc.
Carga inalámbrica de los accesorios de tu móvil
El NFC permite cargar de forma inalámbrica pequeños dispositivos que funcionan con baterías, como auriculares inalámbricos, relojes inteligentes, bolígrafos digitales y otros productos de consumo. Aunque de momento la carga se limita a pequeños dispositivos, es muy probable que en el futuro aumente su capacidad de carga. Hoy en día la capacidad es de tan solo 1W, frente a los 15W de carga que permite la carga por inducción Qi.
Identificación
Próximamente toda identificación personal podrá realizarse por medio del NFC, por lo que no tendremos que preocuparnos de llevar siempre encima nuestro DNI, pasaporte o licencia de conducir, ya que muchos países han comenzado a emitir tarjetas de identificación con soporte NFC. Pasaporte COVID, moneda digital, identificaciones gubernamentales, registros médicos: allá donde sea necesaria una identificación y/o autorización, el NFC tiene un papel que desempeñar.
¿Qué dispositivos tienen NFC?
NFC ha sido una característica básica en los smartphones desde hace varios años. La lista de dispositivos equipados con NFC crece cada día. El Nexus S fue el primer dispositivo Android en incluirlo allá por el lejano año 2010, y todos los smartphones a partir de la versión 4.4 de Android pueden usar la tecnología NFC en caso de contar con el hardware adecuado.
Apple finalmente también adoptó esta tecnología en 2014, la cual está presente en todos los iPhones a partir del iPhone 6. Del mismo modo, cada vez son más los dispositivos portátiles que lo incluyen, tales como los relojes inteligentes como el Apple Watch, Mi Band, etc.
Hoy en día, solamente los dispositivos de gama baja tienden a no incorporar el NFC, ya que el coste en materiales suele encarecer bastante el producto. De todas formas, el consenso general es que estamos ante una tecnología que llegó para quedarse y lo más probable es que con el paso del tiempo su uso se generalice todavía más, con nuevos usos prácticos y funcionalidades.