En el día de ayer Microsoft anunció la que será la mayor adquisición de la historia dentro del mundo de los videojuegos. A través de una nota de prensa, la compañía ha hecho pública su intención de adquirir Activision Blizzard, una de las empresas de videojuegos más importantes de la industria.
Aunque la reputación de Activision Blizzard no pasa por su mejor momento debido a los escándalos que han salido a la luz en los últimos meses, se trata de uno de los publishers de videojuegos más relevantes de las últimas décadas, con títulos y franquicias de primer nivel como Call of Duty, World of Warcraft, Overwatch, Crash Bandicoot o Diablo, además de juegos para móviles como el popular Candy Crash.
Una compra valorada en 68.700 millones de dólares
Según The New York Times la compra estaría valorada en 68,7 billones de dólares, o lo que es lo mismo, unos 60.500 millones de euros al cambio, y se materializará en un proceso que concluirá en 2023. De esta manera Microsoft pasará a ser dueño de un gran número de estudios de videojuegos, como Blizzard Entertainment, Beenox, DemonWare, Digital Legends, High Moon Studios, Infinity Ward, King, MLG, Radical Entertainment, Raven Software, Sledgehammer Games, Toys for Bob, Treyarc y más.
Microsoft ha querido hacer hincapié en que este es uno de los pasos que van a seguir para reforzar su presencia en el metaverso, ese nuevo mundo de realidad virtual y aumentada que actualmente parece ser el camino a seguir para grandes gigantes de internet como Facebook.
“A los jugadores de todo el mundo les encantan los juegos de Activision Blizzard, y creemos que los equipos creativos todavía tienen su mejor trabajo por delante” dice Phil Spencer, CEO de Microsoft Gaming. “Juntos construiremos un futuro en el que las personas puedan jugar los juegos que quieran, prácticamente en cualquier lugar que deseen”.
La pregunta que surge ahora es clara: ¿los juegos de Activision Blizzard pasarán a ser exclusivos de Xbox y PC? Microsoft todavía no se ha pronunciado claramente al respecto, pero si nos fijamos en el caso más reciente de Bethesda -que fue comprada en 2020 por Microsoft por 7.500 millones de dólares- todo apunta a que así será. Buena muestra de ello es que Starfield, el próximo gran juego de la compañía no verá la luz en consolas de PlayStation.
¿Significa esto que los próximos Call of Duty solo se podrán jugar en Xbox o en Windows? Si tenemos en cuenta que gran parte del enorme dinero que recaudan estas grandes franquicias es debido a que son multiplataforma, es probable que Microsoft quiera asegurarse esas ganancias. Ahora bien, también puede resultar un gran aliciente para acercar a nuevos jugadores al GamePass y a las consolas de Microsoft.