Podría decir que me considero tanto músico como informático. Llevo más de 20 años tocando, componiendo y grabando, y aunque en mi curriculum ponga que soy ingeniero informático siempre tengo a mi lado una guitarra acústica por lo que pudiera pasar.
Después de un parón bastante largo, hace unos meses decidí desempolvar mi teclado MIDI, me compré una licencia de Ableton y me puse a grabar nuevos temas. Fue entonces cuando me di cuenta de que también necesitaba unos nuevos auriculares y después de valorar varias opciones me hice con unos Sony MDR-7506.
Características técnicas de los Sony MDR-7506
Los MDR-7506 son unos auriculares de diadema cerrados. Personalmente cuando voy a grabar siempre prefiero este tipo de auriculares, ya que por lo general aíslan mejor el sonido. Estos auriculares de Sony llevan más de 30 años en el mercado, con un diseño y packaging prácticamente idénticos a los primeros modelos, y por lo resultados parece que les ha funcionado realmente bien.
Técnicamente los Sony MDR-7506 están clasificados como auriculares profesionales de monitorización de sonido, lo que significa que están recomendados para su uso en estudios de grabación (aunque también sirven perfectamente para escuchar música, claro). Sus especificaciones son las siguientes:
- Auriculares de diadema cerrados y dinámicos (estéreo)
- Unidad auricular de 40mm tipo cúpula
- Impedancia de 63 Ohmios
- Sensibilidad de 106 dB/mW
- Respuesta en frecuencias de 10Hz – 20.000Hz
- Cable en forma de espiral de unos 1,2 metros (aprox. 3 metros extendido)
- Clavija de 2 vías: minijack de 3.5mm de serie + acople de jack 6.35mm
- Peso de 230 gramos (sin cable)
- Incluye una bolsa de transporte negra.
Diseño
Uno de los mayores problemas con los auriculares de diadema es conseguir que no aprieten demasiado, si no puedes llegar a tener dolores de cabeza después de unos minutos de uso. En el caso de los MDR-7506, se ajustan bastante bien, sin llegar a hacer demasiada presión, algo importante teniendo en cuenta que tengo un cabezón de dimensiones considerables.
La diadema tiene una longitud regulable y unos marcadores en rojo y azul para identificar a primera vista cuál es el auricular de la izquierda y el de la derecha. Las almohadillas son muy muy suaves y agradables, aunque tiene pinta de ser lo primero que empezará a desgastarse después de unos cuantos años de uso.
El resto de materiales se sienten también de buena calidad: la diadema tiene una protección de cuero y estructura de acero inoxidable y los plásticos de los propios cascos se sienten premium y con unos acabados muy buenos.
El cable también tiene un diseño bastante interesante, con esa forma de espiral que recuerda a los teléfonos antiguos de baquelita. Un toque retro que también tiene su utilidad práctica, ya que nos permite movernos y extender el cable un poco, y al mismo tiempo mantenerlo recogido.
La clavija es otro de los puntos premium de los auriculares, con una salida minijack chapada en oro que se siente muy consistente. Se trata de una clavija doble o “de dos vías”, con una base de 3.5mm a la que se le puede añadir un jack de 6.35mm mediante un acople de rosca que queda perfectamente compactado y que también está chapado en oro.
En cuanto al empaquetado del producto no hay mucho que podamos decir, la caja incluye los auriculares con las dos clavijas de conexión, elegantemente recostado sobre una suave tela gris que hace de almohada, pero poco más.
Sonido
Si vienes de usar unos auriculares de diadema de gama media-baja lo más probable es que al principio tengas una sensación extraña con los Sony MDR-7506. Aunque tienen un excelente sistema de reducción de ruido, no te hacen ese “vacío” o efecto de habitación cerrada que se suele notar en algunos auriculares de este tipo.
Esto es algo intencionado, ya que los auriculares están diseñados para que no te hagan esa presión en el oído, y oigas los sonidos de una manera más natural. Algo así como si los escucharas sin tener unos auriculares puestos.
Esto ayuda, por ejemplo, a que los graves sean mucho más realistas y no aparezcan falsamente potenciados por esa sensación de vacío que comentaba hace un momento. Algo que nos obligaría a volver a la mesa de mezclas después de grabar un tema y ver que no suena igual que cuando lo escuchamos en unos altavoces externos.
Por lo demás, tenemos unos auriculares con un sonido muy rico, con muchos matices y al que personalmente todavía no le he encontrado ninguna pega después de varios meses de uso.
Cosas que no molan tanto
Después de alabar las bonanzas de estos cascos -que seamos sinceros, ya conoce casi todo el mundo a estas alturas, al menos dentro del ámbito profesional del sonido- ahora toca hablar los aspectos no tan buenos.
Lo que más me preocupa de estos MDR-7506 es ese fino cable de conexión que va desde la diadema hasta las almohadillas. Es un cable que parece bastante delicado y aunque está bien unido a los cascos hay una zona que siempre queda bastante expuesta. Espero que no sufra ningún percance, pero sin duda parece el punto más vulnerable del dispositivo.
La bolsa negra de transporte incluida en el paquete tampoco la termino de ver del todo práctica. Aunque tiene buenos materiales y un bonito logo de Sony, lo cierto es que es bastante pequeña, y hay que ser un maestro del Tetris para conseguir meter los auriculares dentro.
Por último, está el tema del cable en forma de forma de espiral, que es un auténtico imán para las mascotas. Si tienes un gato en casa no lo dejes cerca de estos auriculares, porque instintivamente van a ir a morderlo como si fuera un suculento manjar que no pueden evitar llevar a su boca.
Precio y disponibilidad
Actualmente podemos encontrar los Sony MDR-7506 disponibles en Amazon por 98€, que es más o menos el mismo precio que han tenido desde hace años, alrededor de los 100 euros. No son unos auriculares baratos, pero si que merecen la pena sobre todo a nivel profesional o para lograr una experiencia auditiva superior si somos asiduos a escuchar música en alta definición.
Unos buenos auriculares de sonido pueden costar más de 200 euros, por lo que esta propuesta de Sony es algo así como la opción estándar para aquellos que buscan calidad de estudio a un precio más o menos razonable.